La muerte del jugador del Sevilla FC Antonio Puerta, de 22 años de edad, ha conmocionado al mundo del fútbol. El joven lateral se desvaneció en el partido de Liga disputado el sábado y, aunque logró salir por su propio pie del césped del Sánchez Pizjuán, sufrió varios ataques cardíacos camino del hospital Virgen del Rocío. Después de más de 48 horas ingresado en estado crítico, Puerta fallecía el 28 de agosto, a las 14:30 por "encefalopatía postanóxica y el fracaso multiorgánico secundario a la parada cardíaca prolongada que motivó su ingreso en este hospital el pasado 25 de agosto, la parada cardíaca fue secundaria a una arritmia ventricular por una displasia arritmogénica del ventrículo derecho", según indicaba el parte médico.

Una promesa del fútbol español
El interior zurdo nació el 26 de noviembre de 1984 en Sevilla, concretamente en el barrio de Nervión, donde se levanta el estadio Sánchez Pizjuán. Su abuelo fue el fundador de una de las peñas más tradicionales del equipo y desde muy pequeño respiró la pasión por esos colores.

Creció como futbolista en la cantera sevillista en la que compartía entrenamientos e ilusiones con Jesús Navas, Sergio Ramos, José Antonio Reyes y Kepa... No sólo grandes jugadores sino también grandes amigos.
Joaquín Caparrós le dio la alternativa con el primer equipo en el 21 de abril de 2004, pero disfrutó de muy pocos minutos en las siguientes campañas. Con la llegada de Juande Ramos al banquillo sevillista se barajó la posibilidad de que el joven Puerta fuese cedido para curtirse como futbolista en otros campos, pero terminó por quedarse en el segundo equipo, convencido de que tarde o temprano llegaría su oportunidad.
La lesión de Adriano a mitad de campaña le abrió las puertas al soñado vestuario de los mayores. Con 21 años, Puerta explotó todo el valor de su prodigiosa pierna izquierda para convencer a su entrenador y quedarse en la élite.

El niño sevillano se convierte en ídolo sevillista
En las semifinales de la Copa de la UEFA el año pasado, Puerta escribió su nombre en los libros de historia del club sevillista. El joven salió desde el banquillo y con su zurda anotó un golazo ante el Schalke 04 que metió al equipo en su primera final en 44 años e inauguraba una racha triunfal en los cien años de vida del club. La dedicatoria no podía ser para otra persona: mirando al cielo Puerta compartió el éxtasis con el abuelo que le había inculcado el amor a esos colores. Era noche de Feria en Sevilla y desató la locura en su ciudad.

Con una Copa de la UEFA en su palmarés, la joven promesa inició la temporada soñada. Se convirtió en una pieza básica del engranaje de un Sevilla arrollador que revalidó el título europeo, se hizo con una Copa del Rey y peleó por la Liga hasta los últimos instantes.

Además, tras su buen hacer tanto en su club como en las categorías inferiores de la selección, Luis Aragonés le llamó para formar parte de la convocatoria de España en el partido de clasificación para la Eurocopa que se disputó el 7 de octubre en Suecia. Puerta sustituiría en esa lista a otro sevillano lesionado, Reyes.

Las ofertas se sucedieron en su mesa para que dejase la capital hispalense y probase suerte en otras ligas o en otros grandes. Sin embargo, Antonio Puerta prefirió seguir en su casa, mientras esperaba el nacimiento de su primer hijo, y renovó hasta 2012.

Puerta iniciaba la temporada lleno de ilusiones y nuevos retos. El doble triunfo ante el Real Madrid en la Supercopa de España fue la mejor manera de comenzar la temporada en la que el joven lateral soñaba con seguir haciendo historia con los colores rojiblancos en la primera Liga de Campeones de la UEFA de su historia.

Sin embargo, sus ilusiones se apagaron en el primer partido de liga contra el Getafe y ante su propia afición. Su desvanecimiento durante el encuentro reveló un grave fallo cardíaco que la joven promesa del fútbol española no pudo regatear.